Todos sabemos que el estrés afecta a nuestra salud y que puede provocar diversos trastornos físicos y mentales como insuficiencia cardíaca, obesidad, depresión, ansiedad, hipertensión, dolores de cabeza, caída del pelo, etc. Pero no es tan conocido que también afecta a nuestra salud bucodental.

El estrés es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda. Es un conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como respuesta a determinados estímulos o exigencias. Es un estado normal y todos lo experimentamos, por ejemplo, ante un peligro, una discusión fuerte, etc.

El problema viene cuando ese estado se prolonga en el tiempo convirtiéndose en crónico.

• Ante una situación de estrés, el cuerpo reacciona liberando cortisol, una hormona que hace que el cerebro esté alerta, aumente el pulso y que los músculos se tensionen. Es la manera que tiene el organismo de protegerse a sí mismo. La producción continuada de cortisol puede estimular la inflamación de las encías y, por tanto, favorecer la aparición de periodontitis.
• La tensión que sentimos ante una situación de estrés puede llevarnos a ‘apretar y rechinar los dientes’ (bruxismo) lo que genera un desgaste en la superficie dentaria y dolores musculares en la mandíbula.
• El virus del herpes labial, aunque es una enfermedad infectocontagiosa, puede liberarse bajo determinadas condiciones: embarazo, fiebre, menstruación, alergias, etc., pero también con la fatiga y el estrés.
• Cuando descienden las defensas en el sistema inmunológico, virus y bacterias pueden atacar nuestra boca ocasionando la aparición de herpes, aftas (o llagas), úlceras, etc.
• Por otra parte, cuando estamos estresados, tendemos a descuidar nuestra alimentación y nuestros hábitos de higiene bucodental y, también en este caso, al facilitarse la proliferación de bacterias, hay predisposición para la aparición de caries y gingivitis.
• En ocasiones, los medicamentos para el tratamiento del estrés ocasionan una disminución de la cantidad de saliva lo que puede favorecer la aparición de caries e inflamación de las encías.

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