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La bien merecida mala fama de las muelas del juicio

Unas piezas que, actualmente, no tienen utilidad alguna. Que a veces salen y otras veces no. Que cuando salen, la mayor parte de las veces, provocan dolores e infecciones y que pueden alterar la posición del resto de las piezas. ¿Quieres saber más sobre las muelas del juicio?

Clínica Dental Vallecas te da información sobre las muelas del juicio 

Las muelas del juicio

Las muelas del juicio son el tercer molar, también conocido como cordal. Son cuatro muelas, una por cada cuadrante bucal, que suelen aparecer entre los 17 y 24 años (de ahí su nombre, para diferenciarlas en el tiempo con respecto al resto de la dentición definitiva). Sin embargo, puede que no aparezcan, o que aparezcan antes de los 17 o después de los 24. O que no erupcionen todas ellas.

Su forma es tan variable como su aparición pudiendo presentar entre una y cuatro raíces y entre uno y seis conductos.

Su mala fama

Imposible de negar. ¿Quién no conoce a alguien que ha sufrido dolores que han provocado la extracción –exodoncia- de las muelas del juicio?

Los estudios antropológicos apuntan a que estos molares eran usados por los homínidos –que tenían unas mandíbulas más largas- para la masticación del tejido vegetal y alimentos crudos. Los cambios en la dieta fueron anulando su utilidad y provocando una evolución en el tamaño de la mandíbula haciéndolas más cortas y dejando sin sitio a las dichosas muelas del juicio.

Si. ¡Has leído bien!. No nos hacen ninguna falta. Y encima, casi siempre, sólo causan problemas.

¿Por qué salen en unas personas y otras no?

Hay diversas teorías para dar respuesta a esta pregunta. Ninguna concluyente y todas complejas de entender (incluso para los odontólogos). Una de las teorías con más fuerza apunta hacia aspectos genéticos, en concreto, hacia mutaciones de los genes que sintetizan la proteína que actúa directamente sobre el desarrollo de la mandíbula, el maxilar, el paladar y los dientes.

Alrededor de un 90% de la población tiene, hoy en día, al menos un molar de este tipo.

Problemas en la erupción

Pero cuando decide salir, el tercer molar puede encontrar diferentes obstáculos y provocar variadas complicaciones.

Lo más habitual es la falta de espacio. La muela en cuestión busca un sitio que no encuentra y empuja, de cualquier manera, al resto de las piezas. Si no queremos acabar con cada diente por un lado, lo más aconsejable es extraerla.

Otras veces erupciona en la parte más posterior de la boca, en lo que se denomina mucosa oral. En estos casos, los tejidos blandos que rodean a la muela forman una bolsa que la envuelve y donde, debido a su ambiente semi-cerrado, las bacterias encuentran el mejor abono para su desarrollo. Y como, a veces, esta erupción puede tardar años (con periodos de calma y periodos de actividad), según la posición y situación de la dichosa muela, es habitual la aparición de infecciones e inflamaciones en la zona circundante.

Lo que hay que tener claro es que cuando ‘duele’ es porque hay una inflamación (provocada por una infección), no porque la muela ‘esté empujando’. La sensación de “empuje” es porque la zona está inflamada y hace doler todo el costado de la mandíbula.

Y ¿qué hacer?

Bueno, puesto que es inútil hoy en día, lo mejor es 'rogar' para que no salga.

Y si sale, extraerla. Pero, claro, si no da problemas, no es normal que estemos muy dispuestos a sacárnosla… La edad ideal para extraer el tercer molar es entre los 16 y los 22 años, ya que todavía no está completamente formado. Alrededor de los 23 años ocurre la formación de la raíz y la extracción se vuelve más compleja.

Si sale y sale bien (es decir, no te da problemas) hay que extremar la higiene buco-dental, lo que no es siempre sencillo debido a su posición en la boca.

Y si sale y la falta de sitio va a arruinar el resto de tu boca… bueno… ya sabes.

Las muelas del juicio son propensas a las caries por lo que debes vigilarlas muy de cerca si no quieres que contagien a sus vecinas.

En cualquier caso, y en especial cuando hay infecciones, riesgo de alteraciones en el resto de las piezas, etc, sólo tu odontólogo está cualificado para determinar el mejor tratamiento. Y será él quien determine la necesidad o no de una exodoncia (que deberá realizar el cirujano oral y maxilofacial).

Sin embargo, no sólo debes acudir a tu dentista cuando aparezcan los dolores e inflamaciones. Aunque las muelas del juicio se estén desarrollando de forma correcta, una supervisión profesional, tanto de su nacimiento como de su evolución, es esencial para evitar males mayores.

De hecho, en Clínica Dental Vallecas recomendamos a nuestros jóvenes pacientes que se hagan una radiografía panorámica alrededor de los 16 años. Con eso, podemos evaluar si el tercer molar existe y cuál es su posición. Y, de esta forma, diagnosticar la necesidad de realizar la extracción y realizarla lo más pronto posible.

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