ATENCIÓN: Solo realizamos llamadas a números de teléfonos nacionales (fijos y móviles de España) y de tarificación ordinaria. Para otros casos, utiliza nuestro formulario de contacto.
¿Qué es la agenesia dental? ¿Cómo se trata?
Se habla de agenesia dental cuando hay una falta de formación y desarrollo de una o más piezas dentales, ya sean temporales (dientes de leche) o en la dentición definitiva. Es decir, no es que se te haya caído un diente o muela. Es que nunca te ha salido…
La agenesia dental es una patología congénita (es decir, se nace con ella). No está determinada causa específica aunque parece haber un factor hereditario y cierta evolución morfológica en la dentadura (por ejemplo, en el menor desarrollo de los maxilares) como consecuencia de los cambios en los hábitos alimentarios.
¿Cómo detectar la agenesia dental?
La agenesia dental en la dentición temporal se detecta fácilmente: el diente no sale. En la dentición definitiva, podemos sospecharla cuando los dientes de leche tardan mucho en caerse, síntoma de que no hay un diente definitivo ‘empujando’. Sin embargo, el que un diente de leche no se caiga no siempre es por una agenesia. Para asegurar el diagnóstico se recurre a las radiografías.
Problemas de la agenesia en la dentición permanente
La agenesia dentaria afecta, principalmente a los incisivos y premolares. Aunque la más frecuente es la ausencia de muelas del juicio (25% de la población).
La agenesia dental de las muelas del juicio no suele suponer problema alguno ya que, en muchos casos, son piezas dentales que son extraídas (Ver nuestro artículo La bien merecida mala fama de las muelas del juicio ).
En el resto de los casos, además de los evidentes problemas estéticos, el espaciamiento interdental se ve afectado lo que puede ocasionar problemas funcionales (masticación, salivación, etc.) y maloclusiones.
Tratamiento de la agenesia dental
Lo habitual es recurrir a los implantes dentales (Ver nuestro artículo Preguntas frecuentes sobre implantes dentales ).
En el caso de molares y premolares, se suele conservar el diente de leche el mayor tiempo posible para mantener el espacio durante la etapa de crecimiento. Después de esa etapa, se valorará si extraer la muela o esperar a su caida natual para, a continuación, colocar el implante.
En el caso de los incisivos, el diente de leche no se mantiene (por la diferencia de tamaño entre éstos y los definitivos). Se suele colocar una prótesis hasta que la fase de crecimiento haya finalizado para conservar el espacio que permita el implante posterior.
Otra opción es ‘cerrar’ espacios (los incisivos laterales son ‘sustituidos’ por los caninos) mediante ortodoncias que recoloquen adecuadamente toda las piezas.
La elección de uno u otro tratamiento depende de varios factores: número de dientes que faltan y su ubicación, edad del paciente, estado y desarrollo de la dentición, etc., por lo que es necesario que el paciente se someta a un estudio riguroso que analice, además de los factores antes indicados, el patrón esquelético, las relaciones oclusales de las piezas y la fisonomía facial entre otros.
{jcomments on}