En un artículo anterior, Estas Navidades, no te olvides de cuidar tu boca ya comentábamos que, con las celebraciones de Navidad, cometemos algunos excesos y cambios en nuestra rutina diaria que pueden repercutir en nuestra salud dental.
Es inevitable: cambios en la dieta, más comidas fuera de casa (y cierta relajación en los hábitos de higiene dental), más dulces, más alcohol del habitual, turrones duros y mariscos que pueden ocasionar roturas en las piezas dentales y destrozar los empastes…
Es por eso que, con Enero, no sólo tenemos que poner remedio a esos kilitos adquiridos con tantas comidas y cenas copiosas. También debemos esforzarnos por recuperar cuanto antes nuestros buenos hábitos y plantearnos visitar a nuestro dentista para comprobar que esos excesos navideños no hayan ocasionado problemas en nuestros dientes y encías. Además, puede ser un buen momento para marcar el calendario anual de revisiones periódicas para toda la familia.